jueves, 29 de septiembre de 2016

Poema Sin título de Pedro Absconditus

Moríamos con la noche
entre el gélido abrazo del invierno,
quien tiritaba era el bosque
nosotros, agitados,
como la feroz corriente
del torrencial aguacero
que bajaba gota a gota
por nuestros cuerpos
no dejábamos plantearnos
la excusa del mañana
nos fugamos del instante
para ser con dios
esa pompa de jabón
perdida para siempre
con la brisa de la tarde.
Moríamos con la noche
faz oscura, señera y
moribunda del ocaso
la sed misericorde
el hambre tumultosa
la mar pudriéndose
en los cielos, la sangre
huyendo de los poros,
la misa oscura uva
celebraba, era Baco
encarnando en un insigne
monje que campana
tras campana anuncia
orgiásticos festines
era el día de la gracia
reventando ajís, manís
chocolatosos pezones
efervesciendo de miasma
y urgidas vulvas queriendo
ser helados y labios
sabios escupiéndose
hasta nunca más
morirse.

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