miércoles, 5 de octubre de 2016

Soledad - Poema de Hannah Escobar


He llamado a la puerta
A alguna puerta
A todas las puertas
Luego del primer suicidio
Nadie queda realmente vivo.

La fiebre, Ofelia.

El cuerpo de Ofelia era más blanco que los otros cuerpos
Y más inerme.

He llamado a la puerta
A alguna puerta
A todas las puertas
He llamado hasta que se me cayeron las uñas
Incluso he llamado con los dientes.

Nadie respondió nada
Ahora adentro es igual que afuera.

.

Te declaro mi inspirador - Poema de Silvana Andrea M

Te declaro mi inspirador.
No ese conejo afanado
Tras el que se corre para crecer,
Sino aquel que me invita a respirar.

Aquel que me entera de que no estoy sumergida
Y que, aun si lo estuviese,
Puedo aspirar el medio
Y disfrutar olores y tactos.

El que me dice
“Respira, porque aún, si fuese agua,
Tenés toda la vida para olerla y degustarla”.
“Respira, porque aun si es agua,
Te alegrará y te refrescará”
“Respira, porque aun si es agua,
Eres fuerte y hermosa como las rocas”.

Te declaro mi inspirador.

No el conejo que anticipa
La entrada al sueño,
Sino aquella voz interna
Que me grita que todo es baraja de cartas
Que no hay que temer a la pesadilla
Ni a reinas tiranas, tecitos protocolarios
o relojes que afanan la llegada a ninguna parte.

Eres el inspirador que logra despertar
La conciencia perdida
Aquella antigua intuición,
Abandonada por años,
De que podemos volar:

Me lanzo al precipicio con tus palabras.

martes, 4 de octubre de 2016

Necrofilia - Poema de Daphne Poe

Me he convertido en una sombra
mi alma es negra como el humo que sale de la boca de un demonio
la sinfonía del sintiempo carcome mi silencio
mi nada destruye mis pensamientos
he dejado marchitar las ilusiones como girasoles sin agua
he dejado mis escritos de amor al fuego
he borrado tu piel de mi soledad
me volví tu fantasma preferido ayer
anide horas junto a tu nochero
pero ahora mudaré mi sombra al olvido,
me parezco a la luna solitaria
pálida como una momia sin alma miro la nada
si el amor me mato una vez ahora ya no tengo alma que pueda morir dos veces
la noche desnuda como mi aura vuela al dolor
tantas veces ame que hoy ya no tengo fuerzas para llorar
renuncie al amor
descubrí lo bello del dolor
puedo contemplar mi pasado como un cofre vacío.
Mátame esta noche, que tus lágrimas que sean veneno en mi boca
clávame tus caricias, asfíxiame con la sangre que sale de tu boca
déjame sorda con tus gritos de pasión
déjame tirada en mi nada, déjame que me hunda en mi precipicio
déjame sola, déjame seguir sin el dolor, déjame para siempre.

lunes, 3 de octubre de 2016

Te - Poema de Sandra Milena Marulanda Bohórquez

Ciego.
Ciego y sin vida te quedas, mi cielo.
Ciego y sin vida te espero.
Y te espero.
¿Te espero?
Si, ¡te espero!
¿Bajo la tierra?
Te espero.
¿Bajo la silueta que pare aletargadas las sombras?
Te espero
indolente,
caída,
paciente.
Pero te espero,
fuego septembrino de costras.
Te espero,
oculta entre las rocas dormidas que lanzaron las horas.
¡Si, te espero!
Con el suelo rodando entre mis dedos hirsutos.
Con el beso asido en el borde crudo del viejo minuto.
Y con el "adios",
con ese "adios, te quiero mucho" dulce y eclipsado,
palpitante,
inherente, y casi verde,
que se prende incierto y doloroso de esaráfaga muda,
interna,
absurda
y complaciente que queda entre los dos cuando nos vamos,
entre un rostro (el tuyo)
y la risa (que incierto, la mia),
añorando morirse,
añorando ser cero,
ser nada,
ser boca abierta al cielo
y la tierra,
ser el arco egeo,

la circunferencia
en pleno.

domingo, 2 de octubre de 2016

Solo - Poema de Andrés Caicedo

Cuando regresó, el tibio beso que era el día
estaba ausente
se quedó contemplando los días idos,
las horas, los minutos en los que se perdieron con demencia

No encontró nada que le supiera fresco
se quedó contemplando los días idos
todo era turbio y parecía desvanecerse
…como un beso cuando acaba

Cuando volvió
no era como antes
que encontraba las palabras cálidas
los aires tibios y el sol sonriente

Incontrolable, solitario encontró la luna solitaria
y los atardeceres opacados por un domingo que se perdía para siempre

Cuando volvió, su ausencia había consumido el recuerdo
había consumido la luz de los encuentros
había pervertido la nostalgia
dejando una herencia de músicas sin eco.

Y volvió con los ojos abiertos
conteniendo el cielo en ellos
pero vacío o lleno de silencios imposibles
recordó un escalofrío nuevo
cuyo temblor parecía el fin del mundo.

Cayó hondo y sucumbió de memoria como sabía hacerlo
tanto cay, que se perdió como si conociera ese camino desde siempre.

En ese instante se dio cuenta
que llegar era empezar a decir adiós.
Había llegado el fin.

Acompañado por el silencio…
solo sucumbió.
solo.
Otra vez apelando al cielo.

sábado, 1 de octubre de 2016

Un amigo ha muerto - Poema de Jony Arenas

La muerte sólo es real hasta que alguien nos dice: ha muerto H.
Antes de eso, no más que una palabra, lisa y llana.
Ya habías muerto cuando lo supe,
pero sólo al escuchar la voz amiga
que me hacía partícipe de tu muerte
fue tu muerte real.
La muerte es eso que otros nos cuentan
que le ha pasado a otros.
Te ha pasado la muerte amigo.
Quizá hoy, que no es jueves, si yo nada supiera de tu muerte,
te recordaría adusto     vivaz     feroz,     vivo.
Si nada supiera de tu muerte
imaginaría que lees un libro
                  que abres como yo, otra botella de vino
                  que preparas solo y nostálgico una cena sin amigos.

Si nada supiera de tu muerte; estarías vivo.
Temprano ha llegado tu muerte a coronar mi sueño.
Me duermo a la orilla de tu muerte.
Despierto luego y,     has muerto.

viernes, 30 de septiembre de 2016

Primera regeneración del alma - Poema de Maldo

(La figura aparece crucificada en la luz de la
eternidad) Observo al Leviatán, con su cuerpo de
acero fundido y ojos incinerados, que devora mi alma.
Al agitar sus montañas en las corrientes de aire,
el negro cielo tiembla discontinuo hasta procrear
líneas de fuego, quebradas de humo que se chocan en
los peñascos. Del mar invisible surgen falanges de
bestias primitivas que recorren las calles atómicas.
Los pasos de la luna pastan en la semiótica de la
noche. Los tronos erigidos con fríos patíbulos,
con cámaras mortuorias, con máquinas que procesan
la atrocidad, hunden sus raíces en el corazón de
la nada. Oigo clamar la perra llamada Roma. En su
interior, pululan los cerdos de siete cabezas, las
sanguijuelas de generaciones Papales chupando el
caldo envenenado de las efigies. ¡Oh Roma! Todos
tus miembros se robustecen con las arterias de la
peste Bubónica que emana de mí, es decir, que emana
de todos. La escatología rigurosa presenta a Dios
como una garrapata amorfa y peluda del lenguaje.
La resurrección de guerras que trituran la vieja
Europa, con sus tentáculos idealistas y sus fauces
cosidas con fronteras, alcanzan a América en otrora.
Uno de los más grandes carniceros nació de la perra:
el Papa Urbano II. Su bendición acrecienta la sed
de las espadas que brillan en las gargantas…
(Hace una pausa para contemplar una sucesión de
seres iguales a él, que se multiplican en el éter.
Sus manos tiemblan y su cuerpo desnudo trata de
conservar una posición menos dolorosa. El dolor
lo anega en las tiniebla celestes. Como el hígado
de Prometeo, su alma devorada por el Leviatán se
regenera al día siguiente)

jueves, 29 de septiembre de 2016

Poema Sin título de Pedro Absconditus

Moríamos con la noche
entre el gélido abrazo del invierno,
quien tiritaba era el bosque
nosotros, agitados,
como la feroz corriente
del torrencial aguacero
que bajaba gota a gota
por nuestros cuerpos
no dejábamos plantearnos
la excusa del mañana
nos fugamos del instante
para ser con dios
esa pompa de jabón
perdida para siempre
con la brisa de la tarde.
Moríamos con la noche
faz oscura, señera y
moribunda del ocaso
la sed misericorde
el hambre tumultosa
la mar pudriéndose
en los cielos, la sangre
huyendo de los poros,
la misa oscura uva
celebraba, era Baco
encarnando en un insigne
monje que campana
tras campana anuncia
orgiásticos festines
era el día de la gracia
reventando ajís, manís
chocolatosos pezones
efervesciendo de miasma
y urgidas vulvas queriendo
ser helados y labios
sabios escupiéndose
hasta nunca más
morirse.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Beso Negro - Poema de Diego Despreciado

           A Maldo
Penetrar la noche,
esa colmena que destila
polvo de estrellas
entre los astros gemelos.
(Vía Láctea persiguiendo
el nido de la Osa Mayor)
Levitar en el cinturón saturnino.
No conformarse.
Y coronar la noche tuerta
con un beso en el crepúsculo.

martes, 27 de septiembre de 2016

Vanidad - Poema de Oscar Botero Pérez



Desvanecido el vaso de las falsas ilusiones
la vanidad, despojada en el hastío,
decanta postrera gota iluminada.
La magia de los milagros inocuos destilados
nos redime del caos absurdo
y las ambiciones en cuyo engaño
sucumbe la malicia y el esfuerzo.
Conminados a la nada de la vida
recogemos la mirada justa
en el momento crucial
-equilibrio perfecto-

martes, 30 de agosto de 2016

LUZ ELENA BEDOYA

A MI CUERPO  
Mis manos son las mismas de ayer,
pero hoy no las reconozco,
por más que lo intente.
 Ahora son manos nuevas en un hoy incierto.
Miro mi cuerpo desnudo y me da la sensación
que no es mi cuerpo,
Mis ojos ven un completo extraño,
que ha caminado con migo
por toda una vida, callado
 y sin protestar, regalándome
 sus más placenteras emociones
 y rebosante de una inmensa salud,
 solo puedo decir en medio de la luz tenue:

-gracias cuerpo mío, o más bien, alquilado para esta existencia-.

jueves, 18 de agosto de 2016

Poema sin título de Alfonso Hugo Diez

Cuando se tiene una hija,
a uno se le ennoblecen las mujeres,
el aire se limpia, se perfuma,
el mundo se fortalece y feminiza,
se armoniza, agranda y clarifica;
uno quisiera recoger
de la calle las basuras,
pintar todas las casas,
quitarle a los códigos
las frases más oscuras
y colocar semáforos de luces
intermitentes y amarillas
solo para evitar que las llantas amarguen
el lento trasegar de las hormigas.
Las flores duran más en el florero,
es más leve el trabajo y la fatiga,
se justifica la torpeza del viejo,
el bullicio del niño, lo urgente de la ortiga
y hay que poner más copas en la mesa
porque hasta Dios nos cae de sorpresa.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Sonata - Poema de Víctor Bustamante

En ti descansan la música
y todas las músicas.
En ti reposan todas las palabras
y la palabra.
En ti oscurecen todas las noches, batallas de mi noche,
pero brillan soles y tus palabras son mi luna.
Tú eres la puta en mis lodos, girasol de mi lluvia.
Por ti murmuran todas las noches,
música de la tarde.
Tú eres mi droga, hado de las esquinas,
la droga y mis sueños, música de la mañana.
En ti se resumen los pasos que rasgan
la calle y eres la calle,
Música de mi noche.

martes, 16 de agosto de 2016

Herencia - Poema de Helena Restrepo

De mi padre me quedó
su porte sencillo y digno,
el tono firme de su voz
que tantas veces me negó
paraísos verdaderos y falsos
El amor torpe de caricias
y corazón pleno,
el desgaste de los intentos
de mostrarme el mundo
a través de sus ojos
para que ningún otro
torpe como él
me hiciera daño
Me amo tanto y tan torpemente
sin poder saberlo...
A él también le entregaron
el libro de la vida
con todas las hojas en blanco









lunes, 15 de agosto de 2016

Precipicios - Poema de Surlay Farlay

No comprendo porque cayéndome tanto
en sueños
no me rompo un hueso.
Puede que despierte y tal vez sonría
tranquilo como si nada me hubiera pasado.
No comprendo ese dolor que siento al verme
más lejos del precipicio y mas cerca del suelo.
Puede que despierte y tal vez respire hondo.
Manía de morir precipitado
a un sueño que abraza mi cuerpo
fingiendo ponerme en el aire
mientras supongo dormir.

domingo, 14 de agosto de 2016

Mónica la bella - Poema de Carlos Mario Garcés

Tuve la fuerza de la belleza que poco a poco fueron limando
el bar y las horas de trabajo.
Por mi atractiva figura pude elegir con quiénes iba a la cama.
Pero Fabio fue mi único amor.
Lo mataron con otros la noche que robaban en
el almacén eléctrico de Carabobo con Juanambú.
Durante largo tiempo me pareció verlo que llegaba en la noche,
vestido con su pantalón blanco (que tanto me gustaba),
su barba bien afeitada,
y entraba a la sala donde las muchachas esperábamos.
Ahora que estoy vieja y sola
(hijos no tuve),
acostumbro entrar en la tienda de licores
que queda detrás de la iglesia de La Veracruz,
donde las coquetas intentan atraer a los transeúntes
con sus caderas pálidas y sus ojeras de caballo.
Dibujo frente al espejo con el lápiz la raya de mis cejas
y salgo a la calle. La misma calle Boyacá
donde ya nadie me recuerda.
Tres cuadras abajo
hace más de cuarenta años yo era la reina.
Los amigos con los que me gustaría hablar ya están muertos

sábado, 13 de agosto de 2016

Este lecho no existe - Poema de Carlos Delgado

Bajo el manto de la noche
pulso las estrellas
el hondo cielo
y los astros que otean la luna
                   en su brillo creciente.
De pronto la niebla
el refugio en este cuarto
sin estrellas
                sin luna ni noche.
Ya sin amor este lecho no existe
ni el abrazo festivo de la casa
ni la ciudad que hasta ayer
          era alegría.

jueves, 11 de agosto de 2016

Mujer de arena Poema de Julio Der Nasca

Eres momia mujer enjuta, de arena
Delgada como pluma sin hebras
Mínima como gránulo
Seca como playa salada
Eres inerte mujer de arena que cuentas el tiempo
dentro del cristal egipcio,
O en el deliquio de los bosques
O en el desgano de los hambrientos
Y en los sedientos afligidos.
Desiertos son tus labios y tu sexo,
Tus desabotargados senos y tu fútil cabeza.
De arena tus manos,
Un terrón tu ombligo,
No tienes vientre, puesto que son tus vísceras
una acumulación de granos secos olorosos a purulento mar.
El mar y el viento te relatan:
Te hacen playa donde dibujar arcoíris imposibles
Te hacen dunas, dibujando serpientes danzarinas bajo
el sol ingrávido.
Son tus hijos la acritud y el tiempo hirviente
Y tus piernas son montículos de tierra infértil.
Templos donde hórridas matanzas consumaron: tus ojos.
Y tus lágrimas que se evaporan antes de salir: nada
dicen, nada cantan
Dándote a ti, mujer de arena asordinada voz.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Fogata - Poema de Daniel Arenas

Siento como cabalga tu nombre en mis labios
y tus manos temblorosas vacilan sobre tu vestido.
Te digo: «Alza la vista
                                  y contempla la nieve...
                                                                  esto es lo que soy.»
La noche es larga y fría
y tú miras entre la fogata
los restos de mi alma que llora sin razón.

Los árboles se baten continuamente
en la oscuridad y
la noche sigue en silencio ante el desastre.
               (con miedo se agitan los abetos
                con un crujir extraño
                que inicia un ruido como lamento).
Escuchas mil pasos,
tal vez una gota de agua cobriza
                                                   cayendo en mis ojos
y me dices:
                   «Son extraños los ojos dentro de ojos ajenos».

El fuego crepitaba
y tu nombre sobre mis labios se apagaba;
el silencio siguió después de las palabras.
Ya no hubo más recuerdos.
El mundo siguió ardiendo frente a nosotros,
la nieve siguió cayendo sobre nosotros;
y sobre nuestras manos
el mundo dejaba rastros de ceniza.

martes, 9 de agosto de 2016

Balada del fuego - Poema de Daphne Poe

Desnúdame cuando mi alma borde de llamas tu piel
Desnúdame cuando mi boca sedienta bese tus poros
Desnúdame cuando mi aliento te rose y no puedas respirar
Desnúdame cuando la aurora grite su ámbar al anochecer
Desnúdame cuando el viento roce mis pechos y mi boca roja quiera ceder
Desnúdame cuando mis gritos borren el amanecer
Desnúdame cuando te bese la boca con pasión desmesurada
Desnúdame cuando mi cuerpo lúbrico te moje
Desnúdame cuando mi silencio recorra tu piel mojada
Desnúdame cuando mis caricias recorran lo prohibido
Desnúdame cuando mis manos no encuentren salida
Devórame cuando ya no tenga ropa que lo impida
Devórame cuando mi alma quiera amarte
Devórame cuando mis besos re rieguen en tu sexo
Devórame cuando tus extremidades inunden mi concavidad
Devórame ahora inmersa en tu oniria mente
Arráncame la piel con esos labios que muerden la carne
Porque
solo una noche hay
solo una
en toda una eternidad.

lunes, 8 de agosto de 2016

Poema sin título de Valeria Isaza

Es inútil recitarle cualquier cosa
a la noche dormida en tus pechos.
A tus cenizas de incienso,
                                          a tu mirada desnuda.

¿Qué decir cuando se acaban las palabras?
Cuando el suelo ruega que te arropes en él
como si nunca hubieses tenido miedo.


viernes, 5 de agosto de 2016

Poema sin título de Carlos Alberto Diaz Lopez



Los poetas no somos juguetes del tiempo
somos jinetes de las horas y de las soledades.
Los poetas no somos seres extraños
somos un ADN en vía de extinción.
Los poetas no somos hijos de espectáculos
somos la esencia de antiguos rituales.
Los poetas no somos fogatas del olvido
somos la llama que habita en la fe perdida.
Los poetas no somos fragmentos de miseria
somos un cúmulo de fértiles esperanzas.
Los poetas no somos esclavos de las palabras
somos sus más fieles y humildes aliados.


.

jueves, 4 de agosto de 2016

Poema sin título de Silvana Andrea M

Y rondaba él silencioso por los corredores,
Blanca sombra que no mira ni gime.
La silla moviéndose sola,
Como andando.
¿Será que hay vida después de la muerte?

Y duerme sola aguardando un espacio en la cama,
Como esperando que una mano fría la palpe,
Como extrañando inoportunos despertares
Y deliciosos calores.
¿Será que hay vida después de la muerte?

Y se acicala ella, como si amaneciera,
Como si él la mirara
y le pide consejos
como si él pudiera escucharla,
Como si a él le importara
¿Será que hay vida después del amor?

miércoles, 3 de agosto de 2016

El vacío - Poema de Angie Martinez


La soledad se impregna en cada gota y en cada poro, la soledad no sabe contar, no tiene presente que tan rodeado estas, la soledad es bárbara e irreverente, es indiferente y además voraz.

La soledad no acusa, no… lo que pasa es que es tan embriagante que se apropia de vos, te engaña haciéndote creer que ella es un problema, y no… la soledad no es el problema, el problema es el vacío, lo vacío siempre se escabulle en alguna esquina del alma, es imperceptible hasta el último momento, hasta que de tu cuerpo se apropia esa sensación de estar cayendo profundamente sin nunca terminar de caer, eso es el vacío.

martes, 2 de agosto de 2016

Texto sin título de Andrés Felipe Martinez

La chica se levantó de su asiento a la vez que el bus se detenía en la parada.

— Por cierto —le dije—, ¿cómo te llamas?
— Laura, un placer… —respondió sonriendo tímidamente mientras se alejaba.

No miró atrás ni cuando el bus reanudó su marcha. Y entonces caí en cuenta de que no preguntó mi nombre.

lunes, 1 de agosto de 2016

Manifiesto N° 336 - Poema de Bernardo Ángel Saldarriaga

Eterno buscar y no hallar sonar…
Indómito arengando fastos,
textos amplios…
Vivimos tan en pequeño…
Profusos duelos…
Sepultureros de contado
Máximas de abogado
Rupturas siempre…
Con los dedos en la máquina…
Yaciente desnudo
No retiene, contempla…
Intangible serpiente…
Remanente afluente…
En vista del azar…
lo comunico, lo expreso…
Ficción de mis anulares tercios
¿Profeta, yo que no destilo?... ¿Estilo?
Embestir, desvestir, insistir
Ninguna tilde de compromiso
Lenguaje falto de fe.
El Teatro levanta el ánimo…
dispersa la muerte, renueva el vacío
Abre flores donde antes había escombros
Sitúa el tiempo en la inocencia…
Presta labios para la consistencia
No hace venias al poder, no halaga la mentira…
dice lo que hay que decir…
Está más allá de sus mandamientos
Refulge internamente y no es la mente…
No hace milagros, no tiene efigies
Vida más allá del sueño de los torpes y de los creídos
LO QUE NOS MOTIVA AL TEATRO ES LA HENDURA DE LAS SEPULTURAS
CANTO AL ESPANTO…Nada de dueños…
Armisticios no hay.

viernes, 29 de julio de 2016

Remordimiento - Poema de Nora Rendón G

No deseo oír las voces de los muertos,
ni sentir sus ojos taladrando mi alma.

Lloro,
soy un viajero que busca deshacerse en el tiempo,
y quedar impregnado en la memoria
de aquellos que se fueron.

La señora melancólica de los recuerdos,
ha decidido acompañar sus tumbas;
pero aunque no lo quiera,
sigo oyendo sus voces...

Sus ojos acusarán mi olvido cómplice,
hasta que al fin me diluya en el tiempo.

jueves, 28 de julio de 2016

Como no guardarte en la memoria - Poema de William Eusse

Como no guardarte en la memoria
Sin eclipse ni tempestad,
Y recordar lo que significaste
Cuando era desierto
Y mi alma tormenta de arena.
Recuerda que llevaste nubes
Y con ellas las primeras lluvias,
Así hasta poblar mi tierra
De verdes flores y frutos.
Después culpa nuestra
Descuidar el huerto
Donde el amor se alimentaba diario.
Lo intentamos abonar de nuevo
Pero ya todo lo cubría la maleza
Y bichos ponzoñosos
Amenazaban nuestro entorno…
Entonces nos dimos cuenta
Que era mejor,
Un adiós a tiempo
Que un odio eterno.

miércoles, 27 de julio de 2016

Egoletría - Poema de Raúl Jaime Gaviria

Ahí van los pobres novadores
de la local juglaría
los que creen que van
en su tiovivo de palabras
¡como gozan dando vueltas y revueltas
montados en sus poemitas de colores!
Y así, borrachos, se la pasan
esos ególetras de la poesía.

martes, 26 de julio de 2016

Alucinación - Poema de Jose Mario Sanchez

Viniste a nacer
con mis palabra
antes ni siquiera tu nombre
tenía sentido.

Te di forma entre verbos y pronombres
te parí en mis versos
como una madre da a luz por fin al hijo.

Preñada de ti
una palabra que tú misma fecundaste en mí
te dio forma
eres (tú y eres tú nombre)
eres una canción,
pero en mis labios
más allá
solo eres sirena
una bella sirena

sin una playa donde encantar.
Donde cantar.

lunes, 25 de julio de 2016

Canción Gatuna - Poema de Juan Rivas

Gemidos de amor
agazapados en el techo
de la infinita noche.
Una gata caliente me embruja
seduce mis oídos
en sus quejas, gime de amor
y rojos demonios parecen
saltar entre las tejas.
Los hombres como los gatos
hacemos el amor
para matar soledades.


domingo, 24 de julio de 2016

Scarlett O´hara - Poema de Diana Pizarro

Soy la irlandesa verde oliva,
ama y señora de Tara, beldad entre beldades,
prostituta del viento
y soberana absoluta del polvo de ladrillo.
Soy la última sobreviviente de los campos,
El último caballo alado que resistió el cataclismo.
Soy la asesina del yanqui que menea los aretes
al son de los cañones.
La niña de lo hoyuelos que naufraga en su corsé
y tiende los brazos a hombres de papel.
Soy la guerrera solitaria saqueadora de ilusiones,
el espectro de ojos esmeralda
que añora a su madre para claudicar de su reinado.
Soy la viuda rapaz, la madre de hielo,
la labradora del tiempo, la mujer sin edad.
Soy el impávido reloj de arena
por el que pasan las horas sin dejar alguna huella.
Soy la mujer que le construyó al amor un trajecito
y amó el trajecito sin desnudar el amor.
Yo soy Scarlett O’Hara
conduciendo con una sola mano el carruaje del destino
después de sepultar mi espada, mi escudo y mi bandera.
Soy el ponzoñoso néctar, la oruga hecha mariposa
y me he quedado sola… pero no importa,
ya pensaré en eso mañana, cuando pueda soportarlo.

viernes, 22 de julio de 2016

Poema sin título de Daphne Poe

Lloverán lo amarantos rojos sobre mis labios
las azucenas violeta borrarán mis recuerdos
¿cómo sangrar cuando no tengo alma?
¿cómo nacer cuando ya no hay piel?
soy un pensamiento de alguien que quiso ser alguien
no, no me digas nunca no, por que ya no hay tiempo
me queda poco tiempo, 100 años son poco
para decirlo todo, la tempestad es corta pero la muerte es larga
no me quedaré aquí por eso tiraré este silencio a la basura
que se caigan los abismos, que griten las pesadillas
por que yo no las miraré. VIVIR QUISE VIVIR, ELEGÍ VIVIR.
Como pueden morir las amapolas tristes cuando no tienen a quién envenenar, así muere cada atardecer suspicaz, cuando no lloro cuando no rió, cuando no sé quién soy, ¿Quién eres creí conocerte pero solo conozco una de tus emociones sin alma?, carne que se desangra como el reloj hasta que ya no hay batería, somos relojes, somos el tiempo, somos el olvido, somos la muerte, somos la vida, somos el amor, somos el odio, somos todo, no somos nada.

jueves, 21 de julio de 2016

En el borde - Poema de Sandra Milena Marulanda Bohórquez

Estoy en el borde
de la piedra.
Y viene por detrás mi deseo incauto
de saltar.
¡Salta!
...al abismo del hablar.
¡Salta, negra!
¡Que las ganas resorten todas...
tus piernas!
Que de tu tibio adentro
se deslicen las palabras-viento
para él.
No importa que el vacío te abrace
por la espalda,
o que una risa eterna se te incruste
en la mirada.
Corre el riesgo, negra,
de cometer(te).

miércoles, 20 de julio de 2016

El péndulo del aire - Poema de Maldo

Los astros de sangre cubrían el péndulo del aire.
Imágenes alumbraban imperios de vértebras que
dormían como rocas en la cercanía. Cuerdas que
enlazaban mundos se ejercitaban en el arco de la
muerte. Castración de hemisferios. Buriles que abren
orificios en los ojos de la fatalidad. Grietas en
el firmamento, por donde salen las células del
infinito. Cabezas de panteones se aferraban al
borde de un deseo desconocido. Chispas de metales
sudando espejos envejecidos.

martes, 19 de julio de 2016

Sueño con Dementes - Poema de Andrés Caicedo

Sueño incómodo
con dementes que gobiernan un crepúsculo de asesinos
que olvidaron ser divas coronadas
que abarcan las ilusiones que se destruyen en sus manos.


Sueño los delirios y los días de la sombra,
despierto en las olas tempranas del tiempo
recordando que partes en naves de silencio.

Recobro los mensajes de hombres
que escribieron en el viento
un último aliento antes de la ráfaga.

Cancelo las miradas de esperanza
que aún se pierden en las lluvias de la tarde.

Insomne, conduzco mis caricias al sur de todos los presagios,
a los sótanos de la luz.

Repruebo mi dolor de espalda,
valido la infección del aire que respiro,
pago deudas que desconozco,
alimento bolsillos lejanos donde nunca alcanzará mi mano.

Respiro un aire parecido a una condena a muerte,
bebo aguas que antes han sido asaltadas,
camino calles carísimas tapizadas de escombros,
me transporto en rieles ajenos y multitudinarios.

Sigo soñando con dementes que trafican con su propia locura,
que se condenan en su propia condena,
que se yerguen de sus mismos infiernos.

Sueño con selvas de ladrillos rotos,
sueño incómodo, adolorido negativamente
la esperanza de días peores,
de amaneceres de sombras.

Sueño con dementes que te persiguen y te alejan de mi alma,
de mis mejores sueños,
de mis mejores caricias, de mis mejores cantos,
sueño que te pierdo
y pierdo las palabras que nombran los días
en que abril es un mes de flores.

Sueño que estoy sin ti
y que son los dementes, los bárbaros,
los que nos tuercen la luz
y cubren con mantas ilusorias
estas lunas y estrellas
que aun guardo entre las palabras
para nombrar un nuevo día
contigo,
lejos de los dementes que gobiernan estos días.

lunes, 18 de julio de 2016

Derribado en el corazón de un hombre - Poema de Jony Arenas

Al final de este verso un árbol caerá
derribado en el corazón de un hombre.

Sobre sus raíces un arroyuelo
cantaba matutino su tonada
intermitente aquí allá
surgía entre un río de hojas
su tonada hablaba de iracas crisálidas a entreabrir peces de lomo de oro.

Arroyo y árbol como dos amantes
                         como dos hermanos
                         como uno    siendo dos.

Un hombre alzó su voz y,
su voz anunció toda la tristeza.
Luego descendió por la colina
con un montón de ruido en las manos.

En esta rama nacieron todas las gurupéndolas del norte.
Una sola voz no alcanza para nombrarte las ramas.

Ni una sola hoja tembló de miedo.
Todas las aves y pájaros
se alzaron de dolor.

Al final de este verso un caracolí cae
derribado en el corazón de un hombre.

viernes, 15 de julio de 2016

Versar el esbozo - Poema de Pedro Absconditus

          A Arturo Hincapié

Retiñe el viejo con su lápiz, aquella
mujer que posa sin saberlo, de una obra
que no es más que el boceto de otros
trazos, desta realidad inolvidable ahora,
mañana como ayer, esto es el tiempo,
esa mujer será vista en lugar vacuo, ido.
Muévense los trazos sin sentido, dame la
espalda en la disputa dicho viejo, niégase
a creer en estos versos, instante que es
el arte, niégase a ahondar la mirada destos
ojos agudos que son mis versos.

                             II

¿Qué dicen las huellas?
¿Qué las mentiras?
¿Qué las siluetas que viejo pintor nunca hizo?
Queda su silencio,
Sus trazos ocultos
Su llanto ha partido
Cansada la mirada, ya no ve hombres
Tan solo su esbozo.
Teme pintarse
verse
no verse
reconocerse
conocerse
volverse unos trazos
ser ajeno…
¿Qué sueña un poeta sino en lo creado?
Falsos mares, eternos dioses.
¿Qué deja marchar el poeta?
Padece sus versos, padece la vida.

Persígueme el hedor de dicha obscisa
agridulce sabor que ebullece en mis entrañas
y mientras abscónditos saberes refrigera
un cuerpo amendrentado mi cara espera.
Un soneto me pide, solo un beso tengo
un fallido verso que es mi sentir
muriéndome entre sus garras.
Quiere gobernarme esta parida
retiñe
cejas juntas
lasciva su mirada
Y mientras ufano abismo me seduce
yo creo que es bueno morirme entre estas garras,
me sigue huyendo su faz tórrida
surcando mi erección con pánidas palabras.
Refúzome la muerte y ardiente dentellada,
allá donde los lobos quiérense devorar a toda dama.
Secundan hileras muriéndose por una presa,
presiónanme fingiendo hasta adorarme
a una dígole yo fui tu amante y riéndose
coincide en no acordarse.
Fortuito faro que inundado eres la cúspide
de ser por esta noche mi gracia y mi desgracia.
Retúmbanme las mientes por haber devorado
monstruo mísero ni dar siquiera con el son
de mis fracasos.
Marchóse al fin la predadora,
sin mí y sin la hora
de ser menos que un hondo vacilar de leves trazos.

jueves, 14 de julio de 2016

Auto-retratos - Poema de Diego Despreciado

Están aquí.
Monólogos de carne y hueso
durmiendo en las entrañas de los puentes,
bajo la tentación de una ventana abierta,
como Budas en las esquinas con sus palmas
interrogantes.
Adanes que inventan Evas de sus costillas.
Arribados por el náufrago tiempo.
Viento brújula.
Aferrados a la muerte con una soga.
Están aquí.
Miradas que proyectan sombras.
Volcanes en las venas.
Dedos garfios.
Hígado reciclado.
A cuestas tanque de oxígeno-sacol.
Estamos aquí,
bajo la mirada inquisitiva
de los ojos de las esquinas.

miércoles, 13 de julio de 2016

¿Acaso un poeta no es un fallido? - Poema de Julio Der Nasca

¿Acaso un poeta no es un fallido?
¿Quién conquistó el poema, quién mancilló la belleza
aun con las uñas sucias?
Hemos fallado en el ocaso que traza la arteria del
cosmos indeciso.
Un pulmón relincha hambriento por tocar el rizado
cielo de la embriaguez.
Poética, marmórea, sub-oceánica como un delfín que
en el río danza rosado,
Para conquistar doncellas en celo: con sus grupas
babosas y marítimas, saladas y carnosas.
A veces escucho un respirar en los labios del pepino
y un vaho frío eriza las escamas que tengo por pezuñas;
vocifero fonemas que me arden adentro, agito los
brazos para mutilar palabras en ardor
palabras que agujerean el cráneo cual metralla
celosa del aire,
cráneo que contiene un cerebro que anhela el reptil,
palabras que se mueven en un huracán humedecido por larvas.
Pequeños sinvergüenzas que pueden ver T.V.
tranquilos:
Ustedes son miasma peligrosa, que alimenta la duda sagaz
Quien diga que es poeta, confiesa su patetismo
Confiesa una angustia bastarda.
Quien diga que es poeta, falló.
Este que puede salir a bailar sin un estremecimiento
irascible, ha triunfado
Aquel que luego del coito se siente satisfecho, ha triunfado
El que mira la luna y fábula sobre su lactecencia,
el que disfruta el sol
el maldito feliz que pasea a su perro, nunca podrá
ver los labios
ni siquiera la sombra de la batalla sin nombre, de
una esperanza perenne
De este destrozamiento infeliz que corroe los huesos
de este hombre
Con la cabeza gacha y el corazón taciturno,
de hombros ligeros y manos temibles.

martes, 12 de julio de 2016

9 de abril - Poema de Antonio Acevedo Linares



Un hombre que era
un pueblo muerto
a disparos de revólver.
Un tranvía que arde
entre el fuego.
Un hombre arrastrado
por las calles linchado
por la muchedumbre enfurecida.
Unas palomas que vuelan
despavoridas en la
plaza de la catedral.
Un hombre que creará
un mítico pueblo imaginario
llamado Macondo
su máquina de escribir
arde entre el fuego.
Un reloj que se ha detenido
en una hora aciaga a mediodía.
Un hombre que años después
hará una revolución en una isla
del Caribe camina por las
calles bogotanas en ruinas.
Una muchedumbre de hombres
que blanden sus machetes
y martillos y palos
y destornilladores al aire.
Una hilera de cadáveres
que yacen frente
al Cementerio Central.
Una lluvia que cae sobre
la tarde sangrienta
en la larga noche
de un país en llamas.

domingo, 10 de julio de 2016

Tu puta - Poema de Helena Restrepo

Quiero ser tu puta.
No me interesan más
posiciones dignas al lado de un hombre
y mucho menos al lado tuyo,
quiero estar en un rincón de tu vida
donde nadie me nombre,
nadie más que tu
a la hora de amarme.

viernes, 8 de julio de 2016

Poema sin título de Carlos Alberto Diaz Lopez



Corazones rotos
deambulan sobre la ciudad
son espías marginados del silencio
instantes muertos bajo la luna.
En su alma vaga la vida,
como una paloma sin alas,
como una ola hecha de miseria,
y como un adiós sin arrepentimiento.
Corazones rotos
deambulan sobre la ciudad
son fugitivos de las horas,
caminantes sin sendero,
ayudantes del pecado.
En su ser llevan el dolor
como un manojo de flores.


.

jueves, 7 de julio de 2016

Autorretrato o algo así - Poema de Juan Restrepo



                        I

Sobre verdades y mentiras puedo opinar
que donde debería tener un pálpito
a veces tengo rigor

Dos cosas por decir:
-el tiempo es muerte
Que a lo mejor es parafraseada
Que a lo mejor es mentira
-la única verdad
la esconden los gestos


                       II

Deben saber
que mis días son un lanzar de dados
donde en cada pared de los mismos
no se encuentra más que el espacio en blanco

ya sabrán pues
los resultados de mis acciones


                       III

Creo que abandoné todos los vicios
y agarré el mejor
Todo lo dejo iniciado
Y ya no me preocupa tanto
“Todo es costumbre”
Hasta la vida la dejo en stand by
Bueno,
no sé si eso sea alarmante
No sé si esto sea un poema

Y como ya ven
que no sé nada de nada
-algo de algo-
Mejor dejo esto también iniciado
(tan bien iniciado)

y sin culpas en el pecho.

.

miércoles, 6 de julio de 2016

Rosa de la noche - Poema de Oscar Botero Pérez



Perfumada rosa iluminada de luna
abierta flor de los sentidos
compañera nocturna
incandescente.
Fuego
Tú.
Yo
crepito
inundando
cáliz del encanto.
Ritual enardecido nocturno.
Perfumada rosa iluminada de la noche.

.

martes, 5 de julio de 2016

Elegía funeral a una joven dormida - Poema de Hannah Escobar



Rilke ha muerto
Orfeo ha abierto los ojos y tiene sed
El cuerpo de una joven blanca reposa sobre mi cama
Rodeada de flores, parece el otoño.

Le he preguntado a mi madre si habrá de quedarse mucho
A dormir,
Mi madre ha dicho que debemos preparar la mortaja.

He entrado a hurtadillas a mirarla
A hurtadillas como un ángel pequeño
Con el ardor de la infancia en el corazón
Con el brillo de la infancia en los ojos
Con la impaciencia de la infancia en las manos.

Le he preguntado a mi padre si la conoce
Su nombre, un nombre,
Mi padre ha guardado silencio.

Afuera las flores,
El olor a jazmín era insoportable.

domingo, 3 de julio de 2016

Poema sin título de Silvana Andrea M. - A Jhon Alejandro



          A Jhon Alejandro

Un armadillo en el patio
la salsa de borinquen records
las horas de dibujo
el milagroso propoleo
la bicicleta.
La amistad fiel
los binoculares frustrados
la comida hirviente
esa sensación de extrañeza en la casa
ese hermano envidioso
tu piel violeta alterando todos los órdenes
las ganas de ser más
la certidumbre de ser de otra parte
la nostalgia incomprensible
la curiosidad por el oscuro pasado
las recetas de magia negra
la risa, la risa, la risa.
Ese péndulo de felicidad y nostalgia
el amor por los recién nacidos
tus amantes que te amaron
el nosotros que lograste.

Esos mis recuerdos que me pertenecen
que se cuelan en mis sueños
con los que te amo
con los que hago de ti un pedacito de vos.
Después de todo quizá tu muerte fue puntual
pero queda siempre una invisible cadena
testimonio de lo que nos faltó darte

y tiempos nuevos para no olvidarlo.

La muerte - Poema de Antonio Acevedo Linares



La muerte no existe 

sino para el que 
acaba de morir
aunque a veces morimos
en un orgasmo en la escritura
o en un olvido
y nos amenaza a diario 
que si nos descuidamos 
nos sorprende con su 
guadaña o sus cuervos
la conjuramos sin embargo
con el amor la poesía o la memoria.
El hombre es un ser 
destinado a la muerte
pero a veces le hace trampa
para eludir sus cenizas esparcidas 
al viento o en las rosas
o sus huesos bajo los cipreses.

sábado, 2 de julio de 2016

Mamarracho - Poema de Juan Restrepo

Desde esos días púrpuras
en que comencé a utilizar
esta pésima memoria de porcelana
no dejo de tropezarme con mamarrachos
Vivo miando fuera del tiesto
porque los consejos no han sido
los mejores
A veces ni han llegado a ser
Aunque a quién se le ocurre dar consejos
sobre la vida
o los métodos para sobrevivirle
Aunque quién sabe a quién los he pedido

Pues recuerdo cuando precisamente
alguien me dijo, no hace mucho
-supongo-
que sólo hace falta saber
a quién acudiremos con nuestra pregunta
para saber qué tipo de respuesta
es la que estamos buscando.

La poesía - Poema de Antonio Acevedo Linares



Senté la poesía en mis piernas
y la acaricié como
a una mujer desnuda
y pase mi mano entre su pelo
y la besé en sus ojos
y en su boca con la ternura 

infinita de soñarla
y la abrace contra mi pecho 

mirándola dulcemente a los ojos 
y sentí como latía su corazón
por dentro estremecida 
en mis brazos cuando 
desflorada ya se
hacía mujer la poesía.

viernes, 1 de julio de 2016

Precepción - Poema de Oscar Botero Pérez


Herido fuego destella oculto
entre la caricia y el beso desbocado.
Infinita piel de suave ondulación
exige cabalgarte toda.
Ordenamos descontroles
como mandato imperativo
en los momentos impíos del amor.
Diosa del deseo.
Luz trémula de la carne viva.

jueves, 30 de junio de 2016

Las migajas y el miedo - Poema de Paula Andrea Guarin


La lámpara expectante, la piel desordenada,
los labios pintados de pausa, los brazos diluidos,
el vientre dislocado y los altares desusados,
mas viejos, mas hartos que nunca.
Los ángeles que solían molestarme con pancartas,
se han dedicado al tedio de las venganzas sutiles,
se han dejado consumir por el tacto ambicioso,
se han vestido de colores vulgares y lencería espantosa,
de canciones irritantes paridas por el miedo.
Es una burla esta fiesta, este sinsentido de gritos apiñados,
este descuido de vivir sin otra cosa que la náusea,
corroídos hora tras hora por la imprevista inocencia.
¿Dónde estarán mis patios sin estrellas?
¿Quién guardará mis muros atestados de sol?
Los ojos contraídos para no mirar el fondo,
las certezas robadas a los libros de texto,
el diccionario minúsculo que no deja de anhelar otras palabras.
Mis manos son campanas olvidadas en el viento,
simples señuelos de caricias malgastadas e invisibles.
Mi sombra escribe letras imperfectas,
mi vientre se expande y se contrae, ensayando reiteradamente,
inútilmente, descaradamente, cada sudor que no podrá decir.
Afuera los ancianos empacan sus silencios,
las viudas se embriagan, los milagros no ocurren,
las madres rezan y se saben víctimas de dios.
afuera la maldad se aferra con estilo a las aceras,
las miradas se agrietan tratando de hacer puentes entre unos y otros.
Y adentro, adentro se acumulan las ganas, se buscan las heridas,
solo un tercio de mis ansias se adhieren con resignación al frío,
a la brutal y predecible permanencia de las cosas.
Un fardo, eso es la música de la ciudad que implosiona,
pesado como un gesto a destiempo, inocuo como los modales.
Oigo un pájaro intentando secuestrar mi horizonte,
oigo muchas cosas que no saben sufrir,
veo nubes, veo risas, veo dientes, huelo garras,
no importa escapar... es peor la salvación que la desesperanza.
Yo soy yo, de eso no hay duda, nacida muerta, rescatada por el pudor,
nombrada criatura por ese dios siniestro que victimiza a las madres,
obligada a florecer sin recibir la compasión de un nombre.
Algo viene, se convoca a si mismo, se pudre a voluntad.
¡Apaga esas luces que no quiero existir!



miércoles, 29 de junio de 2016

Tus palabras y las mías - Poema de Helena Restrepo

    Hablabas mucho y yo no entendía
    no parecía necesario, yo no esperaba nada. 
    Proceso lento todo, 
    tu mente en cambio es ágil. 
    Yo lo sabía, era un rato y no más 
    pero vos lo tenías más claro. 
    Sabías que tenías que decirlo todo, 
    ninguna palabra, ninguna pregunta, 
    habría de quedarse guardada 
    porque no existía un después. 
    Ahora tus palabras se repiten en mí 
    “como el eco del eco de un sentimiento”. 
    Y todas las palabras que no dije 
    porque pienso lento… y las que nacieron después, 
    las que responden tus preguntas… 
    todas ellas se lanzan sobre papel, 
    no tiene eco el papel si no es leído, 
    no llegan a tus ojos y oídos, 
    tal vez nunca las conocerás. 
    Mis palabras tardías reverberan dentro mío, 
    se suicidan en cuadernos, 
    vagan mudas entre seres distantes, 
    ciegas, incapaces de hallarte. 
    Mis palabras se encuentran 
    con el eco de las tuyas 
    y han sido ellas las que han comprendido 
    finalmente, por qué hablabas tanto.

Delirio de culpa en la corona de Macbeth - Poema inédito de Daniel Arenas

No volváis a dormir
que Macbeth mata el sueño.
Sus manos destrozan amapolas
y una daga sonríe dentro del corazón,
un velo negro cubre sus ojos
que se acusan de estrangular la luz.

No volváis a dormir
que Macbeth mata el sueño.
Tres mujeres roen su pálida espalda
y se disputan sus huesos y sangre,
donde la culpa habita en la oscuridad
que dibuja extrañas imágenes de la muerte alrededor.

No volváis a dormir
que Macbeth mata el sueño.
¿Quién es aquel que grita en la noche
de la cual destila sangre sobre hojas de hierro
y un silencio mortal y quebrado?
Aquellos ojos miran su abismo oculto,
envuelto en ropajes sombríos;
camina por los salones baldíos y lúgubres,
con una corona que rodea su cabeza
y carcome su cerebro con un pensamiento,
semejante al suicidio
de las antorchas en el pozo
de aguas negras que no emiten ruido.

No volváis a dormir
que Macbeth mata el sueño.
Como arañas en lo oscuro de la habitación
la noche enreda la tragedia sobre sí;
la sangre se derrama y mancha las manos,
la sangre se derrama sobre la noche.

No volváis a dormir
que Macbeth mata el sueño.
Una negra boca devora todo en el vacío.
Sus ojos son abismos petrificados
y él sentado en su trono estrangula a la luz,
mirando fijamente a las paredes de piedra,
y los espectros que le sonríen decapitados
royendo los huesos de su desesperación y culpa,
sintiendo que sus ojos son arrancados
y puestos al sol sin poderse cerrar.

Macbeth nunca más dormirá.


Poema sin título de Valeria Isaza - A la memoria de Alfonsina Storni


     Una gran mujer que el mar tragó distraído mientras bostezaba.

               –Alejandra Pizarnik–


       Las marcas de tus pasos aún siguen grabadas en la memoria de la arena. Has decidido unirte en el abrazo más sublime, más mortífero, con el amante. Él te ha llenado de besos y, distraído en un bostezo, acabaste durmiéndote en su boca.

       Las flores que nacen y se abren en el mar han decidido hilarte una corona, y luce preciosa sobre tus cabellos esta noche.

       Pero la arena aún te extraña.

       Hay un hombre pequeñito de cuya jaula has logrado saltar, y el océano celoso, te retiene en la suya.

       Estás allí, sentada en tu trono de corales, escribiendo poesías a tu amante-captor, que te cuida como a su más amado tesoro. Y los peces de todos los colores adornan tu cintura.

       Pero la arena, la arena aún extraña el sonido de tus pasos.


                 A la memoria de Alfonsina Storni.




martes, 28 de junio de 2016

Entrevista A Gustavo Zuluaga por Fernando García Cuéncar


Por: Fernando García Cuéncar.


A veces, cuando uno entra a su tienda repleta de libros ya leídos, siente que el hombre barbado y recio, parecido a un monje burlón a veces, o a un viejo pájaro con los ojos perdidos en el horizonte, sigue siendo un vagabundo sin cesar por los caminos que arman los libros apilados sobre el piso, los estantes, las mesitas de cafetería, la cocineta y el bar. A veces lo he visto tomar en sus manos un libro raro o clásico o bello como si fuera un ser para acariciar; y a veces hasta lo he visto con un mohín de tristeza al soltar un libro con el que le hubiera gustado quedarse. Qué extraña pasión, dirán algunos. Pasarse la vida entre los libros, nadar todo el día en ese mar acechante de palabras allí prisioneras, y hacer de este gesto una razón para estar vivo.

“Lo bonito es viajar solo, solo; nadie lo determina a uno”. Editor, hippie de carretera hace ya muchos años; admirador del zen y cazador de poetas por los bosques ahumados de los barrios y sus bares; librero. Por culpa de él, muchos leemos a Pizarnik, o a su amado Ciorán tan salvajemente bilioso con esta cultura de pobres del corazón. Él es, para muchos de nosotros, el culpable de haber publicado nuestros corazones en germen de poetas; culpable también de haber sido nuestro cómplice en esta pobre maravilla de poner en los vocablos nuestros más profundos tuétanos.

Años setenta: Por vender hamacas colgado de un arbolito en la Avenida la Playa, tal vez bebiendo con Darío Lemus o con Juan Manuel Roca y con otros de esa generación de lúcidos poetas, lo pusieron “El Hamaquero”. Recuerdo que en algún lanzamiento del libro de poesía de uno de sus tantos amigos, alguno se levantó del público y dijo a modo de elogio que Gustavo Zuluaga era “el editor más pobre de América Latina”. Me consta que no descansa hasta no ver publicado un libro nonato que le guste. Qué rara pasión, andar, vagar, trashumar por la vida enamorado para siempre de esos objetos rectangulares repletos de hojas y de corazones.

Escuchar entrevista en el siguiente link:

Risa irónica - Poema inédito de Mauricio Manco

Fronteras lunáticas transgredidas por el anónimo pez sin agua dibujan el sendero ilusión que se borra con el pestañeo del sol. Sin palabras, sin suspiros, sin dolor, sin camisas de fuerza de sanatorio. Es inútil tratar de comprender la caída del ocaso, la razón por la que no me invitaste o por lo menos la razón por la que no te despediste antes de partir al paraje extraviado de la muerte.

Juntos saboteamos las maquinas muertas vivientes. Alucinación dual. Se desvanece con sigilo.

Los barrotes metafísicos me golpean como rayos de luna, de noche. En el almanaque de arena está escrita la fecha con bazuco. O con esa ventana llena de arboles, de tierra, de una hermosa cascada o el rio Medellín pasando ante nuestros compartimentos de sacohol, madrugada y frio. ¡Tanto, tanto frio!

El teléfono y su timbre. Luego la pared blanca. No llegues de sorpresa a cantar una canción de queen. No llames a los problemas con tu voz transparente de animal salvaje. No me abraces con tu fuerza infantil. No aparezcas así de repente en el corredor y me sonrías irónicamente.

Sabes a fiesta terminada. Bailaste toda la noche. Entierra tus pertenencias orgánicas y pasea tranquilamente por este paraje efímero.