Están aquí.
Monólogos de carne y hueso
durmiendo en las entrañas de los puentes,
bajo la tentación de una ventana abierta,
como Budas en las esquinas con sus palmas
interrogantes.
Adanes que inventan Evas de sus costillas.
Arribados por el náufrago tiempo.
Viento brújula.
Aferrados a la muerte con una soga.
Están aquí.
Miradas que proyectan sombras.
Volcanes en las venas.
Dedos garfios.
Hígado reciclado.
A cuestas tanque de oxígeno-sacol.
Estamos aquí,
bajo la mirada inquisitiva
de los ojos de las esquinas.
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