De mi padre me quedó
su porte sencillo y digno,
el tono firme de su voz
que tantas veces me negó
paraísos verdaderos y falsos
El amor torpe de caricias
y corazón pleno,
el desgaste de los intentos
de mostrarme el mundo
a través de sus ojos
para que ningún otro
torpe como él
me hiciera daño
Me amo tanto y tan torpemente
sin poder saberlo...
A él también le entregaron
el libro de la vida
con todas las hojas en blanco
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